- Bajo la batuta de Doug Liman, Barry Seal: El traficante llegó a la gran pantalla para que el cine reflejara en esta película una historia real, por increíble que parezca
- Tom Cruise se metió en la piel de Barry Seal: El traficante, un tipo que vivió demasiado rápido en poco tiempo, llegando a conocer al mismísimo Pablo Escobar, interpretado por Mauricio Mejía en este filme
En la década de los años 80, después de haber trabajado como piloto de TWA, la mayor aerolínea estadounidense, Barry Seal (Tom Cruise) se ha convertido en un narcotraficante del cartel de Medellín. Posteriormente es reclutado por la CIA como mercenario para realizar labores de inteligencia para ellos. Además, será reclutado como informante de la DEA, la Administración para el Control de Drogas, debido a sus conocimientos en la materia.
Una historia de cine que fue real
Doug Liman, que tomó el trampolín del éxito en Hollywood cuando dirigió El caso Bourne (2002), llevó al cine la sorprendente historia de Barry Seal: El traficante. Aunque no es totalmente fiel al relato de lo que ocurrió realmente, se cuentan muchos aspectos de la convulsa vida de un hombre que navegó en aguas turbias, donde se mezclaba el bien y el mal.
El gran protagonista de Barry Seal: El traficante fue Tom Cruise, que ya se puso a las órdenes de Doug Liman en la película de ciencia ficción Al filo del mañana, donde el actor de la saga Misión imposible lideró el reparto junto a Emily Blunt. Además de Cruise, entre los miembros del reparto hay que destacar la presencia de Jesse Plemons, Domhnall Gleeson y, especialmente, la de un Mauricio Mejía que se metió en la piel de Pablo Escobar, mítico narcotraficante colombiano y fundador del Cartel de Medellín.
American Made. EE.UU., 2017. Thriller. 114 min. Dir.: Doug Liman. Int.: Tom Cruise, Domhnall Gleeson, Jayma Mays, Sarah Wright, Jesse Plemons, Lola Kirke, Caleb Landry Jones, Benito Martinez, Connor Trinneer.
NOTA: Esta película puede verse en Netflix
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