‘Imperdonable’: crítica de la película de estreno de Netflix con Sandra Bullock

  • Películas Netflix 2021: los mejores estrenos del año
  • Los mejores estrenos de Netflix en diciembre.

    En un sinfín de aspectos, Imperdonable de Netflix, la lenta película de redención de la directora Nora Fingscheidt, se asemeja a Destroyer de Karyn Kusama, sin los elementos de cine negro. La protagonista de la película revisa un error, la muerte de un inocente, a través de flashbacks del devastador suceso, en este caso, un policía que murió a manos de Ruth Slater (Sandra Bullock). Cuando los recuerdos llegan a la mente de Slater, apuñalan como fragmentos de cristal, revelando cada vez más detalles en torno a la tragedia e infligiendo más dolor a quien los recuerda. A diferencia de Destroyer, desgraciadamente, Imperdonable carece de cualquier tipo de tensión narrativa.

    La película funciona en tres vías: Tras cumplir 20 años de prisión, Slater es liberada por buen comportamiento ante su agente de libertad condicional Vincent (Rob Morgan). Éste la instala en un albergue de mala muerte en el barrio chino de Seattle, con un trabajo en un lugar de empaquetado de pescado. A pesar de las condiciones de su libertad condicional, Slater va en busca de su hermana menor ya adulta, Katherine (Aisling Franciosi), que vive con unos padres adoptivos acomodados y sólo recuerda brevemente su vida pasada. Sin que Slater lo sepa, los hijos del policía al que mató -Steve (Will Pullen) y Keith (Tom Guiry)- se han enterado de su reciente liberación y quieren vengarse.

    A pesar de contar con un gran conjunto de actores liderados por una transformadora Bullock, Imperdonable avanza a un ritmo turbulento, sin la urgencia y el patetismo necesarios en una narrativa de redención con la esperanza de que el público se solidarice con su dañada protagonista. Al igual que Kidman en Destroyer, el aspecto de Bullock oscila entre la tensión y el desgarro en las escenas del presente y el brillo y el maquillaje en las secuencias del pasado. Bullock retrata a Slater como una persona tensa, con la mandíbula tensa y siempre al borde de la erupción. Slater intenta mantener un perfil bajo.

    Suele ser reservada: ha cumplido su condena, pero su reputación de asesina de policías siempre la perseguirá. Por eso, cuando un compañero de trabajo en la planta de empaquetado de pescado, el amable y generoso Blake (Jon Bernthal) se enamora de ella, al principio parece dudar en seguir la primera pizca de amabilidad que se le brinda. Slater no cree que merezca la redención.

    En cambio, su deseo de volver a ver a su hermana sostiene la glacial primera mitad. La película sigue muy de cerca los pasos de la miniserie británica en tres partes Unforgiven, de Sally Wainwright, en la que se basa: Slater vuelve a la granja en la que supuestamente disparó al policía, sólo para encontrarla ocupada por el abogado John Ingram (Vincent D’Onofrio), su esposa Liz (Viola Davis) y sus dos hijos.

    ‘Imperdonable’: crítica de la película de Netflix

    Mientras que Imperdonable cuenta con un reparto íntegramente blanco, la versión de Netflix da a Fingscheidt la oportunidad de interrogar el privilegio de Slater a través del franco interrogatorio de Liz. Slater se queja de que nadie le deja ver a su hermana, pero es una mujer blanca, liberada tras matar a un policía, cuando alguien negro habría sido asesinado antes de llegar a la cárcel. Para colmo de males, el marido de Liz, John, decide ayudar a reunir a Slater con su hermana, en otra forma de privilegio.

    Esos breves momentos de autoconciencia, por desgracia, son los únicos momentos de chispa en esta tibia trama. Tanto D’Onofrio como Davis están relegados a personajes secundarios, junto con la trama de venganza aparentemente central de la película. Steve y Keith acechan a Slater fuera de su trabajo, pero su peligro no se siente.

    Tampoco se percibe el descenso de Keith hacia la rabia. Aunque comienza la película como un tipo simpático que deja que lo pasado sea lo pasado, pronto se ve consumido por el odio hacia Slater. La infracción que provoca que Keith se convierta no es del todo creíble; es inocua, de hecho, un fallo del guión. Y la sobreactuada actuación de Guiry, un conjunto de tics faciales y nerviosismo, no da a la película ningún peso adicional. Keith, Slater y Katherine se ven afectados por el trauma a su manera, pero todo se queda en la superficie, añadiendo poco sustento al tibio drama de la película.


    Fuente: Leer Artículo Completo