Suele decirse que una reina nace, jamás se hace. Esta expresión popular nada (o poco) tiene que ver con los títulos nobiliarios o aristocráticos, sino que una puede nacer reina de su casa, reina de las tendencias, reina de los zapatos de tacón o reina del buen humor. Sin embargo, hay quien nace reina por partida doble, como Kate Middleton, que lleva la corona de la moda y algún día la de Inglaterra. Lleva demostrándolo con solvencia toda su vida (pública) y hoy, en su primer acto oficial en Londres después de su viaje por Pakistán, deja otra prueba de ello en forma de (enésimo) vestido elegante.
En conclusión, es la reina de los vestidos sofisticados. Esta vez ha lucido un modelo de L. K. Bennett – disponible por 395 libras – que se ajusta a su estilo de vestir más propio ya que no es ni midi ni largo, presenta un estampado sobrio, una falda de vuelo y mangas francesas. Pero no solo es adecuado para el guardarropa royal de Kate, sino que bien podría estar en el de todas nosotras. Eso sí, con unos pequeños cambios estilísticos. Kate Middleton lo ha lucido – ¡cómo no! – con zapatos de tacón negros, pero las chicas bohemias lo combinarían con botines cowboy y nosotras mismas, con mocasines o bailarinas planas.
Cortesía de L. K. Bennett
No podemos negarlo: echábamos de menos verla con atuendos más ponibles que sus complejos – aunque acertados para la ocasión – looks de Pakistán.
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