24 horas en la vida de una influencer: Blanca Miró

8:00H. Me despierto y me ducho siempre por la mañana, ¡siempre! Es importantísimo para despejarme. Además, soy madrugadora, nunca me levanto tarde entre semana, y los sábados y domingos máximo a las 9:30. Me lavo la cara con agua micelar y me aplico mi crema diaria. A veces me maquillo con un poquito de base para tapar rojeces y uso crema para hidratar los labios. Nunca he sido “fan” de maquillarme mucho, me gusta la belleza natural. Lo único que añado en ocasiones especiales es rímel para agrandar el ojo.

8:30H. Me preparo mi desayuno rutinario, porque sin él no puedo empezar bien el día, esté donde esté. Desayuno un kiwi, un té verde y mi muesli con semillas de chia y leche de quinoa, que es rápido de preparar. Después, entreno casi todos los días, es la base de mi pirámide para rendir mentalmente. Jamás pienso qué ponerme al día siguiente, porque todo depende del mood en el que me levante, el tiempo que haga y lo que tenga ese día. Y aunque parezca mentira, las mezclas “locas” tienen que salir de forma natural. Hay días más alegres en los que me apetece mucho color o estampado, y hay días en los que me apetecen piezas más sobrias. Pero nunca falla algún accesorio divertido.

10:00H. Mis semanas y mis días son un misterio. Nunca se lo que voy a estar haciendo la semana que viene o pasado mañana. Mi mundo es muy rápido y todo se planea con poco tiempo, así que en el fondo es ameno, nunca me aburro. Soy más de mañanas que de tardes. Las mañanas me inspiran y las tardes me estresan, pero intento no parar para evitar que me dé el bajón. Lo que hago es dividirme las horas del día para dedicar un porcentaje de la jornada a cada uno de mis proyectos.

12.00H. Intento no comer entre horas y si lo hago no me pego “el gran atracón”. Pico unas nueces, unas almendras, dátiles o alguna tortita de arroz. El café no me gusta nada, pero estoy enganchada al frappuccino de Chai Tea, es increíble, tiene algo muy adictivo. Aunque intento no tomarlo cada día porque creo que tiene mucho azúcar.

14:00H. No tengo hora fija para comer, dependiendo de cómo vayan los timings de ese día me adapto. Intento comer en casa, así me aseguro que como sano. A veces tengo comidas sociales o de trabajo, que también me dan mucha vida. Si como fuera me gustan mucho los asiáticos: chinos, japoneses… ¡Aunque mi comida favorita es la pasta! En casa no soy muy cocinitas, pero me estoy intentando aficionar más a la cocina.

17:00H. El tiempo libre lo aprovecho con mis amigos: organizamos cenas, comidas, barbacoas… En casa dedico esos momentos a descubrir marcas nuevas, investigar sobre ellas e inspirarme para mi plataforma Vasquiat. También hago caminatas, entreno o diseño para futuras colecciones de mi firma La Veste. Siempre he sido deportista, en mi casa todos los son ¡y mucho!. Así que he practicado de todo, pero al final lo que hago en mi día a día es entrenar con mi entrenadora personal. Ella me conoce más que nadie y ya tenemos cogida una rutina muy buena. ¿Una manía confesable antes de salir de casa? Cada vez que salgo desenchufo todos los cables, ya sean de lámparas, de móvil…, todo lo que ven mis ojos. Es una manía horrible, pero si no lo hago, no salgo tranquila.

20:00H. Estoy cogiendo la costumbre de cenar pronto para hacer bien la digestión. Ceno poquito y muy sano. La mayoría de veces tomo judías al vapor con zanahoria y cebolla con huevo duro, una tortilla a la francesa o una mazorca hervida. Aunque, en días de antojo me pido algo a domicilio.

22:00H. Soy muy diurna, así que las noches no las suelo alargar. A veces lo intento, pero mis ojos no pueden con ello. Me pongo series y películas, pero jamás consigo acabarlas y la televisión me da sueño, así que no soy la compañera perfecta para estos planes. Por eso mi pareja ya no quiere empezar series conmigo, porque de ser así nunca podría comentarlas con él, que suele ser la parte divertida de todo. En cuanto a mi ritual de belleza nocturno, voy probando cremas distintas según la época y utilizo un sérum para pestañas y cejas, ¡que en teoría hace que crezcan!

23:30H. Me acuesto pronto. Nunca me quedo más tarde de las 23:30. Antes de dormirme, suelo mirar mi agenda y así ver lo que me toca hacer al día siguiente, revisando hasta la última “tontería” para dormir tranquila. Confieso que por las noches a altas horas me entra el antojo de un trocito de chocolate. Es mi premio y me lo permito, porque hay que consentir y mimar a nuestro cuerpo y mente de vez en cuando.

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