Sale el sol y Netflix sigue gastando dinero como si no hubiera un mañana. La plataforma de streaming desembolsó esta semana 500 millones de dólares por los derechos globales de Seinfeld para poder ofrecer la serie a sus usuarios a partir de 2021.
La razón principal es evidente: Seinfeld es una de las sitcoms más populares y queridas del imaginario estadounidense. Fue creada a finales de los 80 por los cómicos Larry David y Jerry Seinfeld y se emitió durante nueve temporadas hasta 1998. David y Seinfeld se convirtieron en iconos de la comedia estadounidense y para ello se apoyaron en un reparto que formaban el propio Seinfeld, Michael Richards, Jason Alexander y Julia Louis-Dreyfus. La serie ganó tres Globos de Oro y 10 premios Emmy y en apenas unos años de convirtió en una de las comedias de culto de su generación, siendo considerada como una de las mejores series de toda la historia en revistas como TV Guide, Entertainment Weekly y Rolling Stone.
Como bien apuntó el analista Matthew Ball en Twitter este lunes, solo unas pocas series pueden presumir de tener 180 episodios, ofrecer una garantía de audiencia notable y ser casi universalmente conocidas —al menos en el contexto estadounidense. Según Ball, títulos recientes que encajarían en una descripción similar a la de Seinfeld serían "The Big Bang Theory, Dos hombres y medio y Anatomía de Grey".
También entrarían en ese saco Friends y The Office, dos comedias con docenas de episodios disponibles y audiencias fieles dispuestas a revisitarlas con asiduidad. Y aunque ambas series están ahora en la versión estadounidense de Netflix, la plataforma las perderá en 2020. Friends será uno de los mayores atractivos del estreno de HBO Max, la nueva plataforma de WarnerMedia que saldrá en Estados Unidos a mediados del año que viene. Y The Office se irá al servicio de streaming de NBCUniversal todavía sin nombre y con lanzamiento programado en Estados Unidos para la primavera de 2020.
WarnerMedia y NBCUniversal son las corporaciones que controlan los derechos de Friends y The Office, respectivamente, pero ambos estudios tienen que pagar por ellas el precio de mercado para no meterse en líos legales. WarnerMedia abonó 425 millones de dólares para conseguir la vuelta de Friends a sus reinos y NBCUniversal desembolsó 500 millones de dólares por recuperar The Office. La diferencia con el acuerdo de Netflix y Seinfeld es que aquellas compras eran solo para los derechos domésticos en Estados Unidos. Netflix ha comprado los derechos globales de Seinfeld para poder tenerla en su plataforma desde 2021 hasta finales de 2026 en la mayoría de sus países.
Las plataformas que tienen ahora mismo los derechos de streaming de Seinfeld hasta 2021 son Hulu, que pagó 160 millones de dólares por los derechos estadounidenses de la serie en 2015; y Amazon, que tiene los derechos internacionales.
Con la compra de Seinfeld, Netflix apuntala su catálogo futuro y sobre todo le roba un título famosísimo a sus rivales. Y tampoco es como si los demás pudieran luchar por ello. Fue Sony Television el estudio televisivo que creó Seinfeld y la compañía nipona tiene poco interés en las guerras del streaming. Al contrario, se ha apartado a una segunda línea de fuego para repartir munición entre contendientes como Disney (The Good Doctor), Amazon (The Boys) o NBCUniversal (The Blacklist).
Netflix tiene además la base de usuarios como para justificar la compra de los derechos de Seinfeld: está acercándose a los 200 millones de usuarios globales cuando la mayoría de sus rivales directos ni siquiera han entrado a jugar. Como apunta Matthew Ball, es más difícil digerir 500 millones si tienes casi 200 millones de personas pagando una mensualidad que si todavía no has empezado a sumar adeptos. La cuestión es saber qué aspecto tendrá el tablero en 2021, cuando aterrice Seinfeld para ofrecer cobertura.
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