Tras toda una vida dedicada a la fotografía de moda, Peter Lindbergh falleció ayer a los 74 años. Así lo ha comunicado su familia en su propio perfil de Instagram: «Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Peter Lindbergh. Le sobreviven su esposa Petra, su primera esposa, Astrid, sus cuatro hijos, Benjamin, Jérémy, Simon y Joseph y sus siete nietos. Deja un gran vacío». Un texto acompañado por una imagen en blanco y negro en la que se ve un estudio vacío.
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Peter Lindbergh nació en noviembre de 1944 y se crió en la ciudad alemana de Diusburg, junto a sus padres y sus dos hermanos. Tras obtener los estudios primarios, comenzó a trabajar como escaparatista. Con 18 años tomó clases en la Academia de Arte de Berlín y realizó un viaje iniciático al sur de Europa, siguiendo los pasos de Van Gogh, que le llevó a Arles, España y Marruecos. A su vuelta a Alemania retomó sus estudios de pintura para más tarde descubrir la fotografía y comenzar una rápida y exitosa carrera que se convertiría en el centro de su vida.
«Peter Lindbergh was a truly great photographer, whose creative aesthetic shaped the entire fashion industry… His imagery was utterly unique, with its combination of elegance and romance, and he was possessed of a brilliant and rare gift for storytelling. Lindbergh’s narrative of Amber Valetta as an angel on the streets of New York, photographed for Harper’s Bazaar in 1993, is one of my all-time favourite fashion stories; yet as with so much of his exceptional work, it transcended fashion, and remains as timeless now as when it first appeared.» – @justinepicardieWe pay tribute to iconic photographer Peter Lindbergh via link in bio.
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Comenzó en la revista alemana Stern y desde sus primeras publicaciones cosechó buenas críticas. En los años 80 se mudó a París y allí comenzó su idilio con la Alta Costura. Sus fotografías en blanco y negro, en las que la naturalidad y la elegancia estaban por encima de todo, y su genialidad a la hora de retratar el movimiento se convirtieron en sus señas de identidad. Creó grandes campañas para las principales firmas de moda. Sus fotos tomadas en el Downtown de Nueva York a las grandes top model que reinarían en los años 90 (Cindy Crawford, Linda Evangelista, Christy Turlington, Naomi Campbell) supusieron el nacimiento de una generación de modelos que marcó el mundo de la moda para siempre. Desde ese momento, ellas fueron sus musas y desfilaron una y otra vez por delante de su objetivo para portadas y editoriales de moda que han pasado a la historia.
Lindbergh trabajó para las principales cabeceras de moda. Junto a Amber Valetta creó en 1993 una de los trabajos más recordados de Harper’s Bazaar, en el que la modelo se convertía en un ángel que caminaba por las calles de Nueva York. Para Harper’s Bazaar también retrató a Cindy Crawford y Linda Evangelista. Lindbergh también fue el fotógrafo, en tres ocasiones, del famoso calendario Pirelli. Con el último que firmó, en 2017, quiso dar un giro radical al concepto del mítico calendario: “En una época en la que a las mujeres se les representa como embajadoras de la belleza y la perfección, he pensado que era importante recordar que existe una belleza diferente, más real y auténtica, no manipulada por la publicidad ni por nada”. Sus imágenes en blanco y negro de Uma Thurman, Nicole Kidman, Penélope Cruz y Julianne Moore rompieron esquemas.
El fotógrafo estuvo trabajando hasta sus últimos días. Sus fotografías forman parte de las colecciones permanentes de numerosos museos de todo el mundo y han sido expuestas en el MoMa de Nueva York, el Victoria & Albert Museum y el Centro Pompidou. Con él se marcha una de las figuras claves de la fotografía contemporánea de moda y un hombre que supo crear imágenes cargadas de belleza que invitaban a soñar.
Vía: Harper’s BAZAAR ES
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