Ivanka Trump ha sorprendido este viernes en la boda de Misha Nonoo y el empresario Michael Hess con un espectacular vestido de inspiración griega con capa combinado con un cinturón, un bolso y unas sandalias de color dorado. Perfecto. Pero no todo queda aquí en cuando a los estilismos escogidos por la hija de Donald Trump desde que llegó a Roma el jueves para asistir junto a su marido a la boda de la diseñadora, amiga de Meghan Markle, con el magnate del petróleo y heredero del coloso de la energía Hess Corporation, compañía americana dedicada a las exploración y producción de petróleo y gas natural. Conocidas las desavenencias entre Markle y los Trump, Ivanka trata de dejarlas a un lado a golpe de efecto estilístico con homenaje a la moda italiana y a la española.
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El viernes recorrió algunos de los lugares más turísticos de Roma junto a su marido Jared Kushne, hermano del marido de la modelo Karlie Kloss y buen amigo del hermano novio, Josh, -se conocieron cuando ambos estudiaban en Harvard y este es el motivo de su presencia en el mediático enlace- con un precioso vestido de tirantes con estampado de azulejos de Dolce&Gabbana y unas alpargatas de cuña de Castañer.
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En concreto, el modelo Carina, uno de los más icónicos de la casa de calzado catalana. Es el calzado favorito de la reina Letizia para sus días de verano en Mallorca; y a esta cómoda elección también se han rendido royals como Kate Middleton e incluso Meghan Markle, con quien Ivanka coincide (o evita) este fin de semana en Roma.
Unas alpargatas clásicas de la firma española de color beis elaboradas en lona y yute y sujetas al tobillo con tiras del mismo color que calzó para completar un look increíble al que no le faltaron sus unas originales gafas de sol cat eye de Gucci ni los pendientes dorados de aro de Jennifer Fisher, una de las firmas de joyería que han conquistado a las celebridades estadounidenses, entre ellas a Jennifer Lopez o incluso a Michelle Obama.
Desde luego, la boda, aunque en Italia con los requeridos guiños al país de acogida, tiene todo el carácter hollywoodiense por la talla de sus invitados. Este sábado, de hecho, tiene lugar uno de los grandes momentos del enlace: una cena en los míticos estudios de cine Cinecittà -en el conocido como ‘Hollywood del Tíber’ se rodaron películas italianas pero sobre todo americanas, entre otras la tercera parte de El padrino, Gladiador y Gangs of New York– con un dress code, La dolce vita de Federico Fellini, que ya estamos deseando ver.
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