Iker Casillas sufrió un infarto el pasado mes de mayo y ahora, después de cuatro meses, ha vuelto a hablar de su estado de salud. El pasado 1 de mayo, mientras entrenaba con su equipo, el Oporto, el portero se encontró mal y tuvo que ser intervenido de urgencia. Afortunadamente todo salió bien, y unos días después, abandonó el hospital arropado por su esposa, Sara Carbonero que, días después, anunciaba que le habían extirpado un tumor maligno. El proceso de recuperación del futbolista ha sido largo y se ha mantenido alejado de los terrenos de juego.
Sin embargo, su equipo, el Oporto, le ha seguido incluyendo en su plantilla para la temporada 2019/2020 ya que podría haber posibilidades de que volviera a ponerse en la portería si las pruebas que se vaya realizando durante el tratamiento salen positivas. Como su estado de salud ha ido mejorando poco a poco, el marido de Sara Carbonero ha terminado convirtiéndose en el punto de conexión entre la directiva del equipo portugués y la plantilla durante el tiempo que dure su baja por enfermedad.
Ahora que ya han pasado más de cuatro meses desde su infarto, Íker ha revelado cómo están siendo sus avances a través de su cuenta personal de Twitter: «Todo va despacio pero tiene que ser así. Calma y avanzando poco a poco. Todas las barreras se tienen que superar. No hay obstáculo. Tu mente debe estar limpia. No quiero ser ejemplo de nada. Sigamos con esta pelea!!», escribe.
Según informan algunos medios portugueses, el punto clave llegará en el mes de diciembre y será cuando se diga la última palabra sobre el futuro profesional de Casillas. Eso sí, todo depende de los resultados de todas las pruebas que le hagan, ya que podría incorporarse de nuevo a su equipo o anunciar su retirada definitivamente, aunque el deseo del portero sea la primera opción.
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