El drama de Cristina Cifuentes tras dejar la política: : “A mí no se me quería echar de la política (que se quería), se buscaba la destrucción personal”

Cristina Cifuentes ha estado este sábado por la noche en el plató de Sábado Deluxe de Telecinco. Ella misma ha reconocido que había quien le había dicho que qué hacía allí. Pero a la expresidenta de la comunidad de Madrid que se vio obligada a dimitir por una sucesión de escándalos -el máster y las cremas de las que también habló-, no le importa demasiado lo que se pueda decir de ella y con un traje de terciopelo negro con solapas satinadas, unos llamativos pendientes dorados y los labios pintados muy oscuros se ha sentado junto a Jorge Javier Vázquez para explicarle, entre otras cosas, por qué había dicho ‘no’ a Supervivientes. Porque “yo ya soy una superviviente y además demostrada. He estado tres veces al borde de la muerte”, ha afirmado Cifuentes que ha descartado que su negativa se debiera a que en la isla hubiera la posibilidad de que se creara a su alrededor una posible trama en torno al robo de comida, apuntó irónico el presentador y ella, ahora colaboradora como tertuliana política en Mediaset, ha salido resulta.

Si algo así ocurriera -no va a pasar porque no va a participar en el reality– diría: “No me voy, me quedo. Me voy a quedar", ha bromeado sobre la frase que pronunció cuando aún se negaba a dimitir, y ha recordado cómo fueron aquellos días en los que salió a la luz el vídeo con el que la habían “intentado chantajear” en el que se veía a Cifuentes meter un par de cremas en su bolso: “El hecho objetivo es que hablamos de una cremas de 20 euros que pagué de mi bolsillo en un país donde ha habido latrocinio de 850 millones de euros del dinero público y nadie ha pedido responsabilidades”; en cambio, “se monta la que se monta por unas cremas”.

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Lo que le ocurrió fue "algo dolorosísimo" que acabó con su carrera política, ha contado Cifuentes de 55 años en excedencia de su plaza de funcionaria en la Universidad Complutense de Madrid. Aparte, de “una persecución personal” que cree que comenzó cuando “decido llevar a los tribunales las supuestas irregularidades cometidas por gobiernos anteriores en el Canal de Isabel II” -aclaró que desde hace “mucho tiempo” no tiene relación con Esperanza Aguirre ni con Alberto Ruiz Gallardón-. “A mí no se me quería echar de la política (que se quería), se buscaba la destrucción personal”, ha zanjado al tiempo que ha negado ser cleptómana y haber pasado por rehabilitación.

Su salida de la política por la que llegó a sentir que algunos de los que habían sido sus compañeros la trataban como una “apestada”, fue para Cifuentes “un sacrificio personal” importante con “unas consecuencias demoledoras: perdí mi aforamiento y si no lo hubiera perdido no tendría los problemas judiciales que estoy teniendo”, ha subrayado. Con este dibujo de la situación, la expresidenta de la Comunidad de Madrid entre 2015 y 2018, ha aclarado que desde hace “algunos meses” no está afiliada al PP al que al que se afilió cuando aún era Alianza Popular porque, en realidad, no la representa. “Desde la Transición hasta ahora el PP ha tenido el gran mérito de representar un espectro amplísimo, desde la derecha más derecha hasta el centro. Eso ahora no ocurre porque han surgido nuevos partidos, Vox, Ciudadanos… El PP se queda en tierra de nadie ideológicamente hablando. Ahora que Ciudadanos se ha ido a pique el PP tiene la oportunidad de recuperar el centro político. Ese es el Partido Popular que a mí me gustaría porque yo me considero una persona de centro”, ha añadido. Sugiere a la directiva algún cambio, como que deje Génova 13 porque “tiene connotaciones muy negativas” y es “una sede carísima. Los partidos tienen que adaptarse a los tiempos. Hay que hacer una política mucho más a pie de calle, más austera”, ha propuesto a Pablo Casado.

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Preguntada por quién se hubiera llevado a la isla de Supervivientes, si Soraya Sáenz de Santa María o María Dolores de Cospedal, Cifuentes ha elegido a la segunda a quien ha descrito como “una persona libre que gana mucho en las distancias cortas”. Con la exvicepresidenta nunca se llevó “fatal” pero cree Cifuentes que Soraya, a quien le falta “un poco de empatía”, “nunca me tuvo demasiado cariño”. Y desde luego tiene claro que no volverá a la política, de la que salió con “menos dinero de con el que entré” y por la que su familia “ha sufrido mucho. Los que peor lo pasaron son mis hijos”, Javier y Cristina, que dejó las redes sociales “porque no podía soportar lo que leía”, amenazas de muerte incluidas.

Durante la entrevista ha habido momentos para la emoción al recordar a su padre fallecido en 2015 y los días tras el grave accidente de moto que sufrió en 2013 que estuvo a punto de costarle la vida: “Siento que volví a nacer”.

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