Rutinas de belleza hay infinitas. Limpiar bien la piel, hidratarla con cremas, exfoliar ocasionalmente para eliminar impurezas, usar un maquillaje adecuado a nuestro tono o escoger el champú apropiado para lavar nuestro pelo son tan solo algunas de las muchas que debemos aplicar en nuestro día a día. Mantener el correcto cuidado estético es también fundamental para cuidar el bienestar mental, pero de poco sirve llevar a cabo todas estas rutinas si no se limpian bien los utensilios que se emplean para ello.
Las brochas de maquillaje son unos de esos objetos que apenas se limpian y que más deberían hacer las personas que en su día a día los usan, pero hay otro que también es necesario desinfectar ocasionalmente y que la mayoría de las personas no lo saben: el cepillo del pelo.
Un estudio de la Universidad de Arizona ha detectado que los cepillos del cabello son uno de los hogares más frecuentes para las bacterias. Llegan a acumular más de tres mil colonias de bacterias por pulgada cuadrada. Proceden de mechones de cabello roto y de los residuos que se forman a causa de los productos que usamos para el pelo ya que aglutinan una gran cantidad de células muertas de la piel, polvo y residuos de aceite.
Cuantos más productos para el pelo se usen, el lavado del cepillo debe hacerse con mayor frecuencia, especialmente si se habitúa a usar champú en seco. Para garantizar la correcta salud del pelo, los expertos recomiendan realizar la limpieza del cepillo cada una o dos semanas y así evitar las consecuencias: tener cuero cabelludo seco, a veces picazones y hasta el cabello más graso. Una rutina que seguro no tienes en tu agenda y que vas a comenzar a apuntarte desde ahora mismo.
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