Máxima de Holanda es una de las reinas de estilo de los ‘royals’ europeos. Junto a doña Letizia, Máxima siempre conquista con los estilismos que luce. Y una vez más, lo ha vuelto a hacer. Guillermo y Máxima de Holanda han celebrado el Prinsjesdag (o Día del Príncipe), que tiene lugar cada tercer martes de septiembre, en el que se ha llevado a cabo la apertura oficial del Parlamento. Los soberanos han estado acompañados por el príncipe Constantino y su esposa, la princesa Laurentien. Este es uno de los días más importantes para la corona holandesa, y por ello Máxima sabe que tiene que brillar.
La Reina ha lucido un espectacular vestido capa en color burdeos del diseñador Jan Taminiau, realizado en crepé de lana de corte sirena y escote palabra de honor. Pero sin duda, lo que más ha llamado la atención ha sido la capa o pieza de cuello barco repleta de aplicaciones joya pequeña que ha llevado encima de los hombro, dejando al descubierto la zona del pecho.
Para completar el ‘look’, Máxima, enamorada de los complementos, ha lucido un tocado de terciopelo con un lazo, una cartera de mano de ante y guantes de piel, todo en el mismo tono. En sus pies, unos salones de PVC, que tiene en varios colores.
En cuanto a las joyas, ha optado por una elegante pulsera de brillantes, unos pendientes de diamantes y rubíes en forma de flor, y un gran broche que sujetaba la banda de la Orden del León Holandés, del que colgaba un rubí.
Por si faltaba un toque de fantasía, los Reyes han llegado al Binnenhof de La Haya en una carroza dorada, que forma parte de la familia real desde 1901 y que solo se utiliza para en este día. Digno de un cuento de hadas.
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