Meghan Markle acompañó ayer al príncipe Harry a un acto muy especial: la entrega de los premios WellChild Awards en el Royal Lancaster Hotel de Londres. Un acto en el que se premia a niños que están pasando por graves enfermedades y a sus cuidadores y que es, cada año, uno de los actos oficiales que más toca el corazón del príncipe Harry.
La duquesa de Sussex, que acudía a esta entrega por segundo año, siguió con la estela iniciada en su viaje a Sudáfrica y en lugar de estrenar look recuperó de su armario un diseño con un significado muy especial. Se trata del vestido verde de P.A.R.O.S.H de largo midi, cuello redondo, sin mangas y con un lazo en la cintura que lució cuando anunció su compromiso con el príncipe Harry en noviembre de 2017, hace casi dos años.
Si en aquella ocasión Meghan lo combinó con un abrigo blanco de la firma Line, esta vez la duquesa ha escogido un abrigo de grandes solapas en color camel de Sentaler y unos salones de Manolo Blahnik. El complemento que más ha llamado la atención ha sido el bolso de la duquesa, de formato caja y con asa de lazo de la marca Montunas.
El acto regaló un entrañable momento del príncipe Harry que, durante su discurso, no pudo evitar las lágrimas al recordar que en la gala del año pasado Meghan y él ya sabían que estaban esperando su primer hijo pero aún no lo habían hecho público: «Recuerdo coger la mano de Meghan con mucha fuerza mientras los dos pensábamos en cómo sería ser padres algún día. Y sobre todo, lo que sería hacer todo lo posible para proteger y ayudar a nuestro hijo en el caso de que naciera con desafíos inmediatos o enfermara».
Fuente: Leer Artículo Completo