Cuando suenan las campanas de una boda real, el foco de atención se dirige –casi exclusivamente– a la futura novia: ¿quién diseñará su vestido? ¿llevará tiara? ¿algún accesorio histórico? Todo son especulaciones hasta que ésta aparece bajo cientos de miradas atentas a todos sus movimientos. Los detalles de los enlaces pasan a la historia, sobre todo el traje, y en menor medida, también el peinado, un elemento que se merece su propio análisis. Repasamos los más relevantes.
Isabel II de Inglaterra
La abuela del príncipe Guillermo y Harry se unió en matrimonio con el duque de Edimburgo en noviembre de 1947, fue la primera boda real después de la Segunda Guerra Mundial. Para este día, la reina Isabel II fue fiel a su estilo con el peinado, llevó su sencilla media melena -que a día de hoy sigue luciendo- sobre los hombros a la que añadió una espectacular tiara de diamantes y un larguísimo velo de tul.
Princesa Soraya
La lujosa boda de la princesa Soraya y el sha Mohammad Reza Pahleví inspirada en la historia de ‘Las mil y una noches‘ tuvo lugar en febrebro de 1951 en palacio de Golestán, en la ciudad de Teherán. Acorde a la temática del enlace, el maravilloso vestido creado a partir de infinidad de plumas de Christian Dior y un moderno peinado característico de los años cincuenta con ligeras ondas crearon la imagen de una auténtica princesa de cuento de hadas.
Grace Kelly
En el mes de abril de 1956, la estrella de Hollywood Grace Kelly se convertía en la esposa del entonces príncipe Raniero III en la catedral de San Nicolás de Mónaco. Para este día, la actriz decidió optar por la sencillez y dejar a un lado las clásicas tiaras que suelen cobrar el protagonista en este momento, para decantarse por un delicado moño estilo chignon que combinó con pequeñas piezas de encaje y un espectacular velo.
Princesa Margarita
Las campanas de boda real resonaron en la abadía de Westminster en mayo de 1960 y por sus puertas recién casados aparecieron la hermana de la reina de Inglaterra y el artista y fotógrafo Antony Armstrong-Jones. La princesa Margarita siempre ha tenido un gusto exquisito por la moda y uno de sus grandes días no podía faltar este aspecto, optó por un maravilloso moño alto que combinó con una tiara de diamantes y un velo que jugaba con la visión de quedar suspendido sobre el aire.
Sofía de Grecia
Una joven Sofía se casaba en la catedral de San Dionisio de Atenas en un día soleado de mayo de 1962 con el entonces futuro rey de España, don Juan Carlos. Para aquel momento la novia optó por un sencillo recogido que desprendía naturalidad y comodidad con pequeñas ondas sobre el rostro, confió en el peluquero Isaac Blanco, que combinó con el velo nupcial de encaje de su madre -la reina Federica de Hannover- y una diadema prusiana de platino y diamantes hecha especialmente para ella.
Ana María de Dinamarca
Con solo 18 años, la princesa danesa y última reina consorte de Grecia se casó en septiembre de 1964 en Atenas con el príncipe Constantino II de Grecia. La entonces princesa Ana María de Dinamarca lució un peinado estilo sesentero de cortísima melena con mucho volumen, con una tiara de diamantes diseñada por Cartier y el velo que su abuela – Alejandrina de Dinamarca- también llevó el día de su boda.
Princesa Ana de Inglaterra
La princesa Ana de Inglaterra y Mark Phillips contrajeron matrimonio en noviembre de 1973 en la abadía de Westminster. Tanto el historiado vestido de novia con larguísimas mangas como el gran recogido con un voluminoso moño alto recogido con el velo de tul estaban inspirados en la dinastía Tudor.
Carolina de Mónaco
La madre de Carlota Casiraghi ha tenido varios matrimonios, el primero de ellos fue en 1973 con Phillipe Junot. El enlace religioso tuvo lugar en la ciudad de Mónaco, la joven Carolina llevó un vestido de Christian Dior y un peinado recogido con raya central adornado con pequeñas flores blancas en los laterales formando dos coronas que combinaban con el velo.
Noor de Jordania
La norteamericana Lisa Halaby, también conocida como la reina Noor de Jordania, se casó con el príncipe Husein de Jordania en junio de 1978 en una ceremonia tradicional. La jovencísima novia lució un sencillo vestido con aires campestres firmado por Christian Dior y dejó su melena suelta al natural que recogió con un pequeño tocado de flores al que estaba cosido el velo.
Diana de Gales
Lady Di pasó por el altar en julio de 1981 donde se unió en matrimonio con el príncipe Carlos de Inglaterra. El estilo ochentero de la princesa Diana de Gales inspiró tanto al exhuberante vestido de novia que se ha convertido en un icono, como su característica melena cortita con pequeño flequillo que rectó sobriedad a su imagen dulce de una chica joven que se acababa de convertir en miembro de la realeza británica.
Sarah Ferguson
La chica pelirroja que conquistó al príncipe Andrés pasó a ser, una vez que se casaron en la abadía de Westminster, la duquesa de York. El estilo desenfadado de Sarah Ferguson caracterizó el peinado que lució el día de su boda en julio de 1986, la melena suelta y ondulada, además añadió a su cabello la tiara de York y el velo de tul decorado con cuentas de plata con sus iniciales y la de su marido.
Rania de Jordania
La que fue estudiante de Gestión Empresarial de la Universidad de El Cairo hoy es una de las reinas más imitadas de la historia. El noviazgo de Rania y el príncipe Abdalá II de Jordania solo duró unos meses y pasaron por el altar en junio de 1993 en el Palacio de Zahran en Amán. Para este día la jovencísima futura princesa optó por un gran moño tipo top knot que culminó con un voluminoso y largo velo blanco de tul. No llevó ninguna tiara como es costumbre, y tras los votos lució una diadema de cristal.
Marie Chantal de Grecia
Una adolescente americana entró a formar parte de la familia real de Grecia en pleno verano de 1995.La hija del multimillonario Robert Miller, Marie Chantal se casó en Londres con el primogénito de los exreyes de Grecia, con Pablo. Llegó a la iglesia enfundada en un magnífico vestido de Valentino y un alto pero voluminoso moño escondido bajo el velo de encaje y la famosa tiara corsario, regalo de la reina Ingrid de Dinamarca.
Máxima de Holanda
La argentina Máxima Zorreguieta se unió en matrimonio con el príncipe Guillermo de Holanda en el mes de febrero de 2002. Fue la primera boda real del nuevo milenio. La novia se decantó por recoger su melena rubia en forma de moño que restaba la ostentación que ya aportaba la impresionante tiara de las Estrellas. La atención se dirigía hacia su cabello, y con razón, aunque el elegante vestido de Valentino eclipsó todo lo demás.
Letizia Ortiz
El clasicismo español de la periodista Letizia conquistó a todo el mundo. La ahora reina de España pasó por el altar de la catedral de la Almudena de Madrid en un día lluvioso de mayo de 2004, donde se unió con el entonces príncipe Felipe. Para este momento único, la novia optó por un sencillo recogido aunque arriesgó con un flequillo ladeado y la tiara prusiana que también lució la madre del príncipe en el día de sus nupcias.
Mary de Dinamarca
La familia real danesa comenzaba a crecer con la boda de el príncipe Federico de Dinamarca y la joven abogada australiana, Mary Elizabeth Donaldson, en el mes de las flores en 2004. La futura princesa optó por llevar además de un vestido firmado por el diseñador danés Uffe Frankel, el cabello recogido en un moño bajo que combinó con el velo de encaje que fue diseñado para la princesa Margarita de Suecia en 1905.
Victoria de Suecia
Victoria se casó en junio de 2010 en la Catedral de San Nicolás en Estocolmo con Daniel Westling, donde además de llevar un vestido de corte sencillo del modista Pär Engsheden y el mismo velo que llevó su madre. Asimismo, se decantó por un moño básico ya que la histórica tiara de los Camafeos, realizada en oro, perlas y con siete vistosos camafeos.
Kate Middleton
La sencillez y naturalidad de Kate Middleton hizo que brillara por sí sola. La boda tuvo lugar en abril de 2011 en la abadía de Westminster de Londres, donde se unió en matrimonio con el príncipe Guillermo de Inglaterra. Combinó el vestido de manga larga de encaje y organza diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen con la melena suelta y la tiara creada por Cartier en 1936.
Charlene Wittstock
En el verano de 2011 tuvo lugar la boda del príncipe Alberto de Mónaco y la ex nadadora sudafricana Charlene en la catedral de la ciudad. La novia llegó de la mano de su padre enfundada en un traje de Giorgio Armani y con su melena recogida en un romántico y voluminoso moño bajo que decoró con unas horquillas-joya en forma de flor a cada lado. Un peinado digno de una princesa.
Estefanía de Luxemburgo
La historia de cuento de hadas entre el príncipe Guillermo de Luxemburgo y Estefanía de Lannoy se hizo realidad el día de su boda, en octubre de 2012. La novia llegó a las puertas de la catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo ataviada con un espectacular vestido del diseñador Elie Saab de encaje de color marfil bordado con hilo plateado y manga tres cuartos con encaje. El toque más moderno estuvo en su peinado, un original recogido de moño bajo en forma de ‘twist‘ que combinó con una tiara que pertenece a su familia -que también llevaron sus hermanas- y un velo de tul de seda de color marfil bordado con hilo de oro y diseñado especialmente para ella.
Magdalena de Suecia
La hija menor del rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia de Suecia contrajo matrimonio en junio de 2015 con Chris O’Neill en una ceremonia que se celebró en la capilla del Palacio Real de Estocolmo. Magdalena lució un impresionante vestido en encaje chantilly de Valentino y el recogido bajo en forma circular fue obra del peluquero Rick Ljung. La diadema que llevó, bautizada como del rey Gustavo, es su favorita, y combinó a la perfección con el traje y velo.
Sofía Hellviqst
La ahora princesa Sofía de Suecia, pasó por el altar de la Capilla Real de la ciudad en junio de 2013 donde se unió en matrimonio con el príncipe Carlos Felipe de Suecia, enfundada en un diseño de manga larga y encaje de diseñadora sueca Ida Sjöstedt. Su clásico y elegante recogido en un moño bajo, con raya central con el que demostró su sentido del gusto, coronado con su tiara de esmeraldas y diamantes.
Beatrice Borromeo
El enlace real entre Pierre Casiraghi y la aristócrata italiana Beatrice Borromeo tuvo lugar en el verano de 2015 en la isla de San Giovanni. La novia llevó varios vestidos, entre ellos este diseño de varias capas de tul del diseñador italiano Giorgio Armani que combinó con un recogido alto con trenzas de diseño helénico, al igual que su traje de novia.
Meghan Markle
La famosa actriz de Suits, se unió en matrimonio con el príncipe Harry de Inglaterra en mayo de 2018 en la la capilla de San Jorge ubicada en el Castillo de Windsor. Meghan optó por un sencillo traje de la diseñadora Clare Waight Keller para Givenchy, además de un moño escondido debajo el larguísimo velo de tul acompañado por dos mechones que caían sobre el rostro y restaban sobriedad al su imagen, ayudada por la tiara bandeau hecha con diamantes.
Carlota Casiragui
La nieta de Grace Kelly optó para el día de su boda con Dimitri Rassam por el pueblo de su infancia en la Costa Azul. En la primera ceremonia, celebrada en Mónaco el pasado verano, Carlota eligió un minivestido de manga larga firmado por Saint Laurent y un peinado sencillo y natural: la melena totalmente suelta recogida tras las orejas.
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