Kiko Rivera confiesa lo que pasó al darle el pésame a su tío Agustín: »Me emocioné»

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    Durante su última intervención en ‘Sábado Deluxe’, Kiko Rivera tuvo reproches para todos. Aunque recientemente protagonizó un acercamiento con su madre, después de la muerte de su abuela doña Ana, la situación no está encauzada debido a que Isabel Pantoja no está por la labor de aceptar sus errores y darle explicaciones. A su vez, criticó la actitud tanto de su prima Anabel Pantoja como de su hermana Isa Pi. Pero ¿en qué punto se encuentra la relación con su tío Agustín?

    El DJ recordó que el hermano menor de Isabel Pantoja, al ser la mano derecha de su madre y la persona que gestiona todos sus asuntos económicos, debía ser consciente de todas las cosas que se han hecho mal y que le han acabado perjudicando. Además, dejó caer que es la persona con la que habló Anabel Pantoja el día del fallecimiento de su abuela y quien dio orden de que Kiko no se presentara en Cantora.

    Sin embargo, tras confirmar que en el velatorio de su abuela en Cantora no llegó a ver ni a su tío Agustín ni a su tío Juan, luego le asaltaron los remordimientos por no haberlos buscado dentro de la casa para darles el pésame. “Por muy mal que se hayan portado, no dejaba de ser su madre”, reflexionó el cantante. Por ello, decidió dar el paso y llamar al día siguiente a Isabel Pantoja para que le facilitara hablar con Agustín. “Mi madre estaba llorando y me puse a llorar con ella. Le pedí que me pasara a mi tío. Al hablar con él, me pasó algo que no me esperaba, me emocioné. Mi tío ha hecho cosas que son la hostia de mal, le pediré explicaciones donde sea, pero para mí mi tío, muchos años atrás, ha sido mi figura paterna. En ese momento, me cambió el chip. Tengo corazón y al escuchar al hombre un poquito emocionado, pues me emocioné. Yo tan solo le dije que lo lamentaba y le di el pésame, y él me dijo que no pasaba nada y que había que seguir para adelante. Tampoco quiso hablar mucho…”, recordó.

    »Voy a mirar por mi salud mental»

    Sobre si tiene pensado retirarle la querella que le interpuso hace unos meses, el marido de Irene Rosales se mostró conciliador.“Mi decisión es simple: voy a mirar por mi salud mental. Cuando hablé con mi madre le dije que, para limar asperezas entre nosotros, lo mejor es que yo no estuviera embarcado en una guerra judicial con su hermano, independientemente de quien luego gane. Mis abogados tienen, por mi parte, la orden de frenar, pero si mi tío no quiere hacerlo, pues tendré que ir…”.

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