Georgina Rodríguez habla con COSMOPOLITAN sentada en un salón de té de Manchester, donde acaba de mudarse con su pareja el futbolista Cristiano Ronaldo que ha fichado recientemente por el equipo de esta ciudad inglesa. La modelo y empresaria está a punto de estrenar un ‘reality’ sobre su vida que seguro que va a dar mucho que hablar. Además, está embarazada de mellizos, de los que acaba de desvelar el sexo, y se siente feliz con todo lo bueno que está por llegar.
Nacida en Buenos Aires en 1994, Gio, como la llaman en su entorno más cercano, ha conseguido mantener un suspiro de normalidad dentro de una vida absolutamente excepcional y los que la han tratado en las distancias cortas la definen como “supercariñosa”, “muy generosa”, “familiar”, “amiga de sus amigos”, “adora a los niños”, “muy guay” y ”muy normal”. Pero no cabe duda de que todo lo que hace despierta la curiosidad de muchos. Tanto es así que Netflix ha apostado por ella para protagonizar su propio docu-reality de seis episodios (‘Soy Georgina’) que se estrenará simultáneamente en 190 países y promete ser un bombazo.
“Creo que a pesar de ser una persona conocida, aún no soy consciente de la envergadura del proyecto. Lo que sí puedo decir es que lo he disfrutado mucho. Me lo propusieron y pensé: ‘¿por qué no? ¡A por ello!”, afirma. No tiene dudas a mostrarse tal y como es, y tampoco tiene miedo a las críticas. “Siempre he sido muy fuerte y he tenido mucha personalidad”.
Georgina cuenta con la friolera de 28 millones de followers en Instagram donde muestra una existencia apasionante en lugares de ensueño. Pero ojo, tras las imágenes están también sus textos, repletos de mensajes de empoderamiento: “Que nadie nos diga dónde somos capaces de llegar” (…) “Pienso en las chicas y chicos jóvenes que quieren salir de su casa a estudiar fuera y no tienen facilidades. Pero que, poco a poco, buscándose la vida consiguen sus metas”.
¿Sus secretos de belleza? Mantener la piel limpia e hidratada, comer cada vez menos azúcar y beber mucha agua… “Me mantengo en forma entrenando en el gimnasio y saliendo a caminar. Es cierto que el baile ha formado parte de mí siempre, pero actualmente no lo practico tanto como me gustaría”, desvela.
Y lo más importante, para recargar las pilas de verdad, nada como su incondicional grupo de íntimos. “Los amigos son la familia que uno elige. No es tanto la cantidad, sino la calidad. Es cierto que nos vemos menos que antes, pero hablamos todos los días. Y, cuando estamos juntos, lo disfrutamos al máximo”, concluye.
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