A pesar del mal momento que atraviesa su familia, Beatriz de York no ha dejado de sonreír durante todo este tiempo. A la dimisión de su padre, Andrés de York, después de verse envuelto en el escándalo protagonizado por Jeffrey Epstein, se unió el anuncio de su primo, el príncipe Harry, que reveló que se alejaría de la Corona con el principal propósito de proteger la privacidad de Meghan Markle.
Solo quedan unos meses para que la princesa se case con el empresario Edoardo Mapelli Mozzi, pero la royal no ha querido prescindir de la presencia de su padre; por eso, tanto la cadena BBC como la ITV han comunicado que no retransmitirán en directo el enlace. Aun así, Beatriz de York no ha dejado de hacer su vida con normalidad: hace unos días, viajó hasta Suiza para asistir a la boda de la modelo y empresaria Dasha Zhukova y el heredero Stavros Niarchos III adonde también acudieron otras celebridades como Stella McCartney o Carlota Casiraghi.
Ya de vuelta en Londres, la princesa asistió a un evento privado en el que volvió a demostrar que está siempre muy atenta a las tendencias. También que el hecho de que sea una royal, no implica que no pueda llevar vestidos de The Vampire’s Wife u optar por marcas como Zara, una de sus predilectas. Como Kate Middleton y la reina Letizia, que también son seguidoras de la compañía gallega, Beatriz de York trata de combinar prendas de firma con otras más asequibles. Esta vez opto por una chaqueta negra de tweed con botones dorados de inspiración marinera, que se podía comprar durante las rebajas de enero por algo más de 20 euros.
La princesa la combinó con una camiseta del mismo color y una falda de tablas azul marina, que, por cierto, ha llevado en más de una ocasión. Porque la sostenibilidad también ha llegado a la realeza y eso es algo que todos deberíamos celebrar.
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